La sanidad de los animales es la clave principal para conseguir alimentos sanos y de calidad, es por esto que el control de las enfermedades y el empleo de todas las herramientas disponibles para conseguirlo es parte del trabajo diario del veterinario, contribuyendo de esta manera a optimizar la rentabilidad del productor ganadero.
Los fármacos y vacunas juegan un papel muy importante en la sanidad de cualquier explotación ganadera porque son la base para mantenerla estable. Las vacunas pretenden elevar el nivel de resistencia de los animales frente a las enfermedades más frecuentes, el resto de los fármacos, actúan como terapéuticos, analgésicos y desparasitantes.